En el mundo del emprendimiento, el camino hacia el éxito está marcado por una serie de desafíos que van más allá de lo meramente económico. El psicólogo clínico y social Andrés Rivera arroja luz sobre la relación entre los desafíos a los que se enfrentan los emprendedores y las complejas emociones que estos conllevan.

En su análisis, Andrés categoriza estos desafíos en dos vertientes: los externos, relacionados con situaciones que escapan a nuestro control, y los internos, donde la percepción individual juega un papel fundamental. A medida que exploramos estas dinámicas, se vuelve evidente que la educación emocional es una pieza crucial en la construcción de un futuro estable y gratificante en el mundo empresarial.

Por lo tanto, los desafíos son:

Desafíos externos: son las situaciones que no dependen de nosotros, por ejemplo, comenzar a trabajar con un nuevo grupo de colegas. “En el mundo externo no hay cantidad de ansiedad o de miedo que me vaya a solucionar los problemas con otros individuos”, explicó.

Desafíos internos: en cambio, en este tipo de desafíos influye cómo se siente el emprendedor, ya que si experimenta una angustia constante, comenzará a afectar su salud mental y, con ello, la capacidad para resolver todos los otros desafíos externos.
En este punto, señaló que "los temas internos requieren soluciones internas, como manejar nuestra mente, nuestra perspectiva y nuestros recursos para poder gestionar la emocionalidad".

Cuando se toma la decisión de emprender, un camino que no es en absoluto lineal, el miedo al fracaso o a cometer errores se vuelve recurrente.

Para poder manejar la frustración o enfrentar los retos se necesita, en primer lugar, la capacidad para reconocerlos. El autoconocimiento permite descubrir qué es lo que te sucede con determinadas situaciones y entender qué te genera ese sentimiento.

Además, el autoconocimiento hace que uno también perciba todas sus fortalezas y, por lo tanto, pueda evaluar las cuestiones a mejorar.

Todo lo que el individuo trabaje y fortalezca luego se comparte en los grupos donde participa, generando un efecto de contagio entre los colegas. Por lo tanto, en el autoconocimiento uno reconoce lo que falta y prioriza en qué centrarse.

El rol del líder

“Un buen líder necesita como convicción creer mucho en lo que está haciendo”, describió. Además, explicó que cree que un gran problema del mundo es estar desconectados de nuestras actividades.

Es decir, que la inspiración es fundamental y esa característica hace que el líder marque una distinción en el grupo. El psicólogo sostuvo que darle prioridad al aspecto aspiracional provoca que los demás se sientan convocados por los valores y por el propósito que se busca para el emprendimiento.

Para finalizar, Andrés aconsejó a los emprendedores que es importante encontrar el punto en el que sientan que están dando lo mejor posible y que esa "semilla" está creciendo, ya que es ahí donde se construye una gran fuente de gratificación. Aunque el resultado no sea como uno quiere, sabremos que dimos todo.

Es así como sus reflexiones resaltan la importancia crucial de buscar soluciones internas y cultivar el autoconocimiento para identificar nuestras fortalezas y debilidades. Asimismo, subraya la relevancia de la comunidad y la inspiración en el ámbito del liderazgo. Su mensaje culmina con un consejo poderoso dirigido a los emprendedores: hallar satisfacción en el proceso de esfuerzo y crecimiento, sin importar el desenlace final.