Mujeres y emprendimientos: ¿tienen las mismas oportunidades?

Estrategia y Desarrollo 14 de octubre de 2022 Por Florencia Rojo
Las mujeres deben superar muchas barreras en el mercado del trabajo. Reconocer esta problemática es clave para que las PyMEs generen las políticas necesarias.
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Mujeres y emprendimientos: ¿Tienen las mismas oportunidades?

¿El mundo laboral es igual para varones, mujeres o personas del colectivo Lgtb+? ¿Todas las personas reciben las mismas oportunidades para ascender? ¿Existen barreras limitantes para algunas según su género?

Para dar respuestas a algunas de las preguntas que se plantean respecto a las mujeres y el mercado laboral, necesitamos conocer que las mujeres y personas del colectivo Lgtb+ actualmente tienen barreras de acceso y ascenso dentro del mercado del trabajo (y también fuera del mismo).

Composición del mercado del trabajo

Hoy día hay tareas que se encuentran feminizadas, como el servicio doméstico o la enseñanza, mientras que otras son masculinizadas, como industria manufacturera o de la construcción. 

Según un informe de Ecofeminita, el servicio doméstico tiene una tasa de feminización (es decir que son mujeres realizando exclusivamente la tarea analizada) de un 98.4%, percibiendo el ingreso más bajo del mercado.

Por el otro lado, tenemos las actividades de transporte, almacenamiento y comunicaciones, que son las que tienen un ingreso mensual seis veces mayor que el servicio doméstico y con una tasa de feminización de sólo 16,7%.

¿Ello indica que las mujeres elegimos peor los puestos de trabajo? Nada más alejado de la realidad. Lo que ocurre es que al analizar la carga horaria y compatibilizar las tareas domésticas que se realizan dentro del hogar de cada persona, vemos que quienes más destinan su tiempo a las tareas de cuidado/domésticas son las mujeres. 

Por ello, la necesidad de compatibilizar las horas trabajadas dentro del hogar (hacer las compras, cocinar, lavar la ropa, cuidar a infancias o ancianos, asistir a reuniones escolares, entre otras) con las horas fueras del hogar se hace una tarea titánica.

Desde la economía feminista se insta a cuestionar cómo se distribuye el tiempo laboral dentro y fuera del hogar, haciendo bandera de la frase “eso que llaman amor es trabajo no pago”.

Según un informe de la Dirección de Economía, Igualdad y Género de septiembre de 2020, el 75,7% de las tareas domésticas son realizadas por mujeres. Es decir, que más de las tres cuartas partes, unas 96 millones de horas diarias de trabajo no remunerado es asignado a las tareas del hogar y los cuidados.

¿Qué barreras encontramos en la carrera laboral?

Para dar respuesta a este interrogante debemos comprender que, aunque algunas de las barreras que desarrollaré a continuación dependen del tamaño del emprendimiento, es cierto que en mayor o menor medida las mujeres nos encontraremos con estas situaciones alguna vez en nuestra vida productiva.

Desde pequeños y pequeñas se nos enseña que si hacemos bien nuestro trabajo recibiremos una compensación por ello y hasta un ascenso. Pero, en la vida adulta no es tan lineal, ya que existen segregaciones por género en el mundo laboral que hacen que la carrera de los ascensos no sea igual para mujeres que para varones.

Por un lado tenemos la brecha salarial, que es esa diferencia de remuneración por la misma tarea. En Argentina es de alrededor de un 28% a favor de los varones, mientras que en todas las regiones del mundo, según Naciones Unidas, a las mujeres se les paga menos que a los hombres con una brecha estimada del 20% a nivel mundial.

En el ascenso dentro de las organizaciones encontramos barreras relacionadas con el género, que se denominan Techos de Cristal, son aquellas que impiden el avance en jerarquía y que no tienen que ver con leyes, dispositivos sociales establecidos ni códigos visibles, sino con rasgos culturales que por su invisibilidad son difíciles de detectar.

La participación de las mujeres disminuye a medida que ascienden en la escala jerárquica porque se considera que no tienen las características de líderes o que por patrones culturales y responsabilidades van a generar barreras para que puedan cumplir con las responsabilidades de cargos jerárquicos.

Por último, mencionaré el fenómeno denominado Escaleras Rotas, que refiere a las interrupciones que tienen las mujeres en sus trayectorias laborales, vinculada al cuidado de personas a cargo. Como indiqué al inicio de la nota, el tiempo que las mujeres destinan a las tareas de cuidado en el hogar tienen consecuencias directas con su desempeño en el mercado laboral; pensemos sino cómo puede rendir laboralmente una persona con tres horas de sueño luego de intentar dormir un bebé.

Las empresas, Pymes y organizaciones pueden realizar múltiples medidas y generar políticas que permitan a sus colaboradores compatibilizar su vida fuera del trabajo con su jornada laboral, desde licencias extendidas, descuentos en instituciones escolares, becas para perfeccionamiento académico, entre otras.

Como primera medida es necesario reconocer que las barreras existen, para luego crear estrategias que las disminuyan.

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Florencia Rojo 2FLORENCIA ROJO
Abogada con perspectiva de género. Argentina

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